Además de su valor en el consumo, el cultivo de flores u horticultura juega un rol económico clave en el comercio de la región. En nuestro país, es uno de los pilares fundamentales en el comercio local y la industria del procesamiento. La horticultura ha sido tan importante en nuestra industria que se ubica entre los sectores de mayor demanda, cercana a la producción de cereales, frutos y verduras.
En nuestro país, la horticultura se ubica principalmente en la sierra, con una participación del 86%, y el resto en la costa ecuatoriana 13% y en el oriente (1%). Entre las provincias productoras resalta Tungurahua, Chimborazo, Azuay, Pichincha y Cotopaxi.
El truco para un cultivo de flores radica en planificar, plantar, cuidar y cosechar ese jardín correctamente. Y aprovechamos para darte algunos ILGATips para maximizar la producción de tu negocio horticultor.
Invierte en el suelo. La zona más importante del jardín, y la que alberga la mayor cantidad de vida, es la que no podemos ver: el suelo. Pero es aquí donde las plantas absorben agua y nutrientes y donde las raíces deambulan para encontrar comunión con bacterias y hongos beneficiosos.
Un suelo enriquecido con materia orgánica de calidad equivale a plantas más sanas y vigorosas. Además, ayuda a prevenir la erosión y compactación del suelo.
Fertilizar tus plantas puede ayudarlas a crecer más rápido y tal vez producir más flores. Pero alimentar el suelo hace que sus plantas al aire libre sean aún más saludables y hermosas. Una manera fácil de hacer esto es cubrir el suelo con 3 a 5 cm de abono una vez al año. A medida que el abono se descompone, ofrece una gran cantidad de beneficios más allá de lo que pueden hacer los fertilizantes.
Frecuencia de la irrigación. El único momento en que se necesita riego diario es cuando las plantas se trasplantan inicialmente. Durante los primeros cinco a siete días, riega las plantas a diario para reducir al mínimo el impacto del trasplante. Después de una semana, puedes dejar de regar todos los días o dos o sólo unas pocas veces a la semana.
Recuerda que las plantas que reciben demasiada agua de forma regular mantienen sus raíces en la superficie. Esto da como resultado una planta débil que se seca rápidamente. Las plantas que establecen raíces más profundas son mucho menos propensas a la sequía. Ubica estratégicamente tu estructura de aspersores y considerando horarios idóneos para ello.
Riega en el momento adecuado. Evita regar las plantas durante los momentos más calurosos del día. Establece horarios idóneos para tu sistema de riego, con un sistema de riego de calidad según la extensión del terreno.
Cuando el sol está intenso, las plantas se estresan más allá de lo imaginable. En ese momento no pueden absorber tanto H2O. Además, el agua se evapora rápidamente, y reduce la cantidad de agua que puede llegar a las raíces de la planta.
Entonces, ¿cuándo es el mejor momento para regar? Riega temprano en la mañana, cuando la temperatura es más fresca. La tarde también es buena opción por las mismas razones.
Asegura un terreno idóneo para el cultivo. Tu cultivo debe estar libre de las malas hierbas u otros escombros donde deseas plantar. Puedes optar por equipos desmalezadoras para un trabajo más rápido y preciso.
Investiga más acerca de las característica de la flor. En la horticultura existe una amplia gama de plantas con flores. Incluidas plantas perennes de larga vida, anuales de corta duración (pero de larga floración), bulbos de temporada, hierbas ornamentales y enredaderas.
Para mejores resultados en el mantenimiento de tus cultivos, investiga un poco sobre qué tipos de plantas crecerán mejor en tu terreno. Igualmente las temporadas ideales para su cultivo, y qué cuidados especiales pueden necesitar.
Planifica tiempos de floración. Los negocios de cultivo de flores incluyen una variedad de plantas de gran interés durante todo el año. Para ello es clave mantener una planificación de los tiempos de floración escalonado.
Evalúa todos los factores antes de seleccionar plantas. No querrás tener disponibilidad de flores en verano y sin opciones en otoño. Es importante por ello combinar diferentes tipos de plantas. Así te será más fácil asegurar que todas las estaciones estén cubiertas.
Una vez a la semana, camina por tus cultivos y remueve las flores marchitas. Esto evita que esas plantas suelten sus semillas y crezca un desorden de plántulas más adelante.
Cuando una nueva plantación no sale según lo planeado, se evidencia tras dos o tres temporadas de crecimiento. Toma nota de las acciones realizadas, modifica o elimina todo. Aprovecha los errores para iniciar todo nuevamente con esta nueva experiencia.
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