A menudo los agricultores se enfrentan con problemas en la plantación de cultivos. Ya sea en el proceso de preparación del terreno, siembra o mantenimiento diario.
Sin embargo, estos contratiempos pueden superarse si se siguen ciertos tips adecuados. Te explicamos acá algunas técnicas, consejos y tips para una plantación de cultivos exitosa.
1. Promueve la uniformidad en la plantación de cultivos
El mayor desafío para el maíz, entre otros cultivos, en suelos fríos y húmedos es lograr que germine de manera rápida y uniforme. Y hay dos nutrientes con los que podemos ayudar.
Nos referimos al fósforo y el zinc. Ambos son fundamentales para que se produzca la germinación en el cultivo. Pero, desafortunadamente en suelos fríos, el fósforo y el zinc básicamente no están disponibles orgánicamente. Ello podría conducir a una germinación más lenta y desigual de los cultivos.
En los procesos de maduración y producción de semillas, el zinc además favorece la fertilidad del polen. Por ello su deficiencia tiene mayor efecto en el rendimiento del grano que en el desarrollo vegetativo. También ayuda al mantenimiento e integridad de las membranas celulares y aporta tolerancia a las plantas ante patógenos, especialmente los del suelo.
2. Fertiliza con prudencia
Demasiado fertilizante, especialmente nitrógeno, puede promover un abundante crecimiento de hojas verdes y exuberantes. Pero pierdes en la producción de frutos, por lo que tendrás una cosecha menor.
El exceso de fertilizante también puede ser perjudicial para la plantación de cultivos. Si optas por productos comerciales, asegúrate de leer detenidamente las indicaciones de la etiqueta y jamás exagerar.
3. Somete al suelo a análisis
Es una práctica de gestión importante en todas las granjas, ya sea que cultiven hortalizas para el mercado fresco o pastos para el ganado. Es casi imposible determinar qué necesita un suelo para ser productivo sin un análisis de suelo.
Hay muchos tipos de análisis de suelos disponibles según la información que estés buscando. El más solicitado es el del contenido de nutrientes, aunque es posible que desee saber qué organismos están trabajando en su suelo. Por ejemplo, si hay residuos de pesticidas o el tamaño de las partículas.
4. El arado reduce la humedad
Cuando aras la tierra eliminas las malas hierbas. Actualmente cuentas con tecnología perfecta para ello. Pero recuerda que al prevenir el crecimiento de las malas hierbas, tiendes a perder la humedad del suelo. Por lo tanto, necesitas incorporar más agua a la capa superior del terreno para su balance.
Dado que el agua se está convirtiendo en un recurso cada vez más importante para la conservación. Es clave considerar el equipo de riego para saber cuál es la mejor forma de utilizar el agua para tus cultivos. Disponemos de varios sistemas que puedes consultar aquí, así como accesorios valiosos como aspersores.
6. El estiércol es un excelente fertilizante
Contiene nitrógeno, fósforo, potasio y otros nutrientes fantásticos para tus cultivos. También agrega materia orgánica al suelo que puede mejorar la estructura del suelo, la aireación, la capacidad de retención de humedad del suelo y la infiltración de agua.
Muchos agricultores lo usan como fuente de fertilizante. Los agricultores consideran que es tan importante como una herramienta para aumentar los nutrientes en el suelo. La recomendación más idónea es optar por el estiércol bovino, de caballos y pollos.
Uno de los mejores es el de caballos. Un fertilizante ligeramente acuoso que necesita un período de al menos 6-8 meses antes de alcanzar la madurez; entre otras cosas, este tipo de fertilizante no debe utilizarse nunca mientras esté todavía fresco.
La fertilización con estiércol de vaca tiene ciertas ventajas. Si el estiércol de vaca se introduce en el suelo a largo plazo, mejora su estructura. Esto se debe a que la paja contenida en el estiércol de vaca se transforma en humus durante el almacenamiento.
7. La germinación de las semillas
Es clave cuando se obtienen semillas de un proveedor dedicado. Es importante que observemos el factor de germinación en frío y en caliente de la semilla. Así nos aseguramos de que obtendremos el mejor rendimiento para las temperaturas de nuestro suelo y para saber la edad de la semilla.
8. Evalúa las temperaturas del campo antes de plantar
Mientras administras tu plan de siembra, considera los diversos escenarios de campo que pueden afectar la temperatura del suelo.
Si no tienes un motocultor o rotovator trabajando el terreno, probablemente el suelo será más frío.
La temperatura del suelo te condiciona los procesos microbianos que ocurren en el suelo. Igualmente influye en la absorción de los nutrientes, especialmente el fósforo, que es menor en terrenos fríos.
Es clave verificar la temperatura, ya que la germinación de cada planta depende de requerimientos determinados. Normalmente por encima de los 5º C es posible la germinación de la semilla.
9. Registra datos continuamente
El registro y comparación de datos se debe volver un hábito para el agricultor. Si bien basta un registro a lápiz, también puedes encontrar herramientas digitales si usas un smartphone.
En el registro puedes comparar la productividad de distintas cosechas, calidad de la semilla, sistemas de riego, marcas de funguicidas, tiempos de cosecha, entre otros.
La automatización no es un secreto, sino una necesidad. Para potenciar el rendimiento de tus cultivos, te proveemos de la maquinaria e implementos para la preparación del terreno. Igualmente disponemos de herramientas acoplables para fumigación, así como transporte y máquinas cosechadoras.
Maquinaria de punta, con opciones de compra a crédito o de contado. Para cotizaciones, puedes contactarnos a cualquiera de nuestras sucursales. O enviarnos un mensaje a través de nuestra plataforma de contacto. Por último, no olvides seguirnos en Facebook, Instagram y Linkedin.