Los fertilizantes orgánicos son una forma sostenible y rentable de mejorar la salud del suelo.
Estos abonos están hechos de sustancias naturales como estiércol animal, desechos vegetales y compost. Se pueden utilizar en todo tipo de plantas, desde hortalizas hasta frutales.
Los fertilizantes orgánicos son la mejor manera de promover un suelo saludable y producir alimentos nutritivos. Son ricos en minerales naturales que las plantas necesitan para crecer. Los fertilizantes orgánicos también tienen una menor huella de carbono y son mejores para el medio ambiente, ya que no contienen sustancias nocivas ni productos químicos que puedan contaminar el suelo o las fuentes de agua.
Los beneficios más importantes del abono orgánico son:
1) Los fertilizantes orgánicos tienen un menor impacto ambiental que los sintéticos porque no contienen aditivos químicos.
2) Los fertilizantes orgánicos son más sostenibles que los sintéticos porque se pueden producir localmente a partir de recursos locales y no requieren el uso de fuentes de energía de combustibles fósiles para fabricarlos.
3) Los fertilizantes orgánicos generalmente cuestan menos que los sintéticos porque se fabrican localmente en lugar de en una instalación industrial que requiere mucha maquinaria, agua y otros recursos para producirlos.
4) Los fertilizantes orgánicos proporcionan mejor absorción de agua, la aireación y la textura del suelo, por lo tanto presenta una mejoría en la calidad de la tierra y la producción de los cultivos que crecen en ella.
Tipos de abonos orgánicos
Compost Orgánico
Los compost orgánicos están hechos de desechos vegetales como hojas, recortes de césped, astillas de corteza y heno o paja viejos. El material se mezcla con agua para producir un suelo rico en nutrientes que se puede utilizar en jardines o proyectos de paisajismo.
Estiércol
Es probablemente unos de los fertilizantes más comunes y proviene de las heces de los animales herbívoros como la oveja, cabra, caballo, etc. Se trata de una forma natural de reconstituir la tierra y tus plantas.
Abono verde
Proceden de plantas pequeñas como leguminosas como: habas, guisantes o alfalfa, son muy ricas en nitrógeno, se pueden enterrar en el suelo para su descomposición aportando los nutrientes a la tierra y una manera fácil y económica.