El clima de Ecuador goza de buenas condiciones naturales para el cultivo de aguacate. Ya que a diferencia de otros países del sur, la mayoría de las zonas cuenta con una distribución de agua durante casi todo el año. En nuestro país se producen dos variedades de aguacate. El primer, Fuerte, que representa el 99% del consumo nacional. Y el segundo, Hass, que es para exportación. Se los cultiva en más de 800 hectáreas, repartidas principalmente las provincias de Carchi, Imbabura, Pichincha, Tungurahua, Azuay, Loja y Santa Elena.
Dada la facilidad del cultivo de aguacate, este fruto se ha considerado en la región como un “oro verde”. Sin embargo, hay una serie de consideraciones iniciales en su manejo agronómico y comercial.
Dependiendo de la región del país en la que se cultive es necesario considerar el uso del riego tecnificado. Y de esta manera garantizar una idónea productividad y calidad del aguacate.
Las semillas tomadas de frutos maduros se siembran directamente en el vivero o en bolsas de polietileno. A los 6-8 meses las plántulas están listas para trasplantar. Tales plántulas a los 10-15 años producen de 300 a 400 frutos. La propagación vegetativa mediante gemación o injerto ha dado como resultado el establecimiento de clones varietales seleccionados.
Terreno idóneo para el cultivo de aguacate
El suelo es el factor más importante al seleccionar un sitio para cultivo. Los aguacates son muy sensibles a las condiciones de mal drenaje. A su vez son sensibles a la pudrición de la raíz por Phytophthora, que prospera en suelos mal drenados.
En áreas de alta precipitación, los aguacates requieren al menos 1,5 m de suelo bien drenado. En áreas menos propensas a las lluvias se recomienda al menos 1 m de suelo bien drenado.
El pH del suelo de aproximadamente 5,5 se considera el mejor, pero no es práctico alcanzar este nivel en suelos calcáreos. Los árboles pueden crecer con éxito en pH de hasta aproximadamente 7,5.
Plantar tu cultivo de aguacate en suelo arcilloso, muy oscuro o negro puede resultar en condiciones ácidas y toxicidad por aluminio. Por la misma razón evita terrenos con demasiada arcilla o un gran porcentaje de materia orgánica.
También se recomienda encarecidamente que las hileras de árboles se monten antes de plantar. Asegúrate de que los montículos estén bien diseñados para que no hagan que el agua se acumule, pero permitan que se drene rápidamente pero sin causar erosión del suelo.
Distribución de los árboles de aguacate
Para la preparación del terreno idóneo para el aguacate, asegura que los hoyos del suelo sean de al menos 1,5 m de profundidad.
El espaciamiento de los árboles depende de si optas por plantaciones de alta, media o baja densidad.
- Las plantaciones de alta densidad (más de unos 500 árboles / ha, por ejemplo, 6 m por 3 m) dan un rendimiento más temprano, pero su instalación cuesta más. Debido a que estas plantaciones se agrupan mucho antes, debes comenzar a podar árboles con antelación. En áreas más cálidas, las plantaciones de alta densidad serán más difíciles de manejar y pueden no ser prácticas porque el crecimiento de los árboles es más rápido.
- Las plantaciones de baja densidad (200 árboles o menos / ha, por ejemplo, 10m por 5m) proporcionan menores rendimientos tempranos por unidad de área, pero son más fáciles de manejar. Sin embargo, a baja densidad, generalmente se permite que los árboles crezcan más, lo que:
- aumenta los costos de recolección.
- reduce la seguridad del recolector.
- producen menos frutos y de menor calidad.
Igualmente, puedes elegir una distribución de de densidad media (por ejemplo, 9 m por 6 m).
Requisitos de riego
Los aguacates necesitan más de 1.000 mm de agua anuales, repartidos a lo largo del año, con una pre-floración de dos meses más seca. Las plantas requieren unos 25 mm de agua por semana, que puede darse mediante un sistema de riego.
La aplicación de agua puede ser por goteo o aspersores. Las raíces principales del aguacate se caracterizan por ser muy poco profundas. Por lo tanto el agua debe distribuirse uniformemente por toda el área de la raíz.
Los agricultores deben asegurarse de tener acceso a suficiente al agua durante todo el año, ya que los árboles de aguacate secos mueren rápidamente. El pH alto y los bicarbonatos crean una acumulación de cal libre en el suelo. El alto contenido de sales, sodio y cloruro tiene un efecto muy negativo en las plantas.
Fertilización del cultivo de aguacate
La nutrición correcta es fundamental, pero los tratamientos con fertilizantes deben basarse en los resultados del análisis regular del suelo y las hojas.
En suelos menos fértiles, los resultados del análisis pueden sugerir la adición de cal, dolomita, fósforo y oligoelementos seleccionados antes de plantar. Si necesitas aplicar fertilizante o estiércol antes de plantar, hazlo 6 meses antes para que se descomponga y el suelo lo absorba antes de plantar.
Estos fertilizantes presentan menos riesgo para las raíces de los árboles. En el aguacate, nunca debes usar nitrógeno, potasio o abono animal justo antes de plantar. La fertilización poco después de la siembra puede quemar las tiernas raíces alimentadoras del árbol joven.
Debes prestar especial atención a los niveles de:
- nitrógeno
- boro
- calcio
- zinc
- pH del suelo.
El nitrógeno estimula el crecimiento de los árboles y su salud. Es importante agregar boro antes y durante la floración para el cuajado, el calcio es fundamental para la calidad de la fruta y el zinc es un oligoelemento clave que a menudo es deficiente.
Eliminación de plagas
Al igual que otros cultivos, esta atractiva fruta puede ser atacada por plagas y enfermedades. Entre ellas destacan el barrenador grande del hueso, gorgojos, trips y cochinillas.
Según la topografía del cultivo de aguacate, la aplicación de plaguicidas mediante mecanización puede ser complicada. Por lo tanto, se recomienda en algunos escenarios el uso de pulverizadores de mochila. En terrenos más llanos, puedes optar por un atomizador según la extensión del campo.
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