El terreno es un componente multifuncional, de vital relevancia para los cultivos agrícolas. Y uno de los factores de mayor influencia en su estructura es la compactación del suelo y su impacto en las raíces. Pero, ¿por qué es importante comprender las repercusiones de un suelo compacto?
En primer lugar, la compactación del suelo y su impacto en las raíces están estrechamente relacionados. Cuando se aplica un peso a la superficie de un suelo suelto, no compactado, este inmediatamente solidifica. Esto producto de soportar el peso (fuerza) aplicada. Cuanto mayor sea la fuerza, mayor será la compactación del suelo para soportarlo.
Además, la humedad del suelo afecta cuánto se compactará un suelo bajo un peso dado. Los suelos húmedos se compactarán en mayor medida que los suelos secos. Ello debido a que el agua tiende a reducir la fricción entre las partículas individuales.
A nuestros productores explicamos que la fuerte supresión del crecimiento de las raíces afectará la salud de las plantas. ¿Cómo es posible?
Un suelo muy compacto afectará negativamente a los cultivos mediante:
- Creación de una capa poco penetrable que se romperá en pedazos planos al labrar.
- Aumento de la irregularidad de la distribución de las raíces y menor resistencia del tallo según el cultivo.
- Limitaciones a grandes distancias del transporte de agua y nutrientes a las raíces más cercanas.
- Disminución del potencial hídrico de la hoja.
- Menos espacio poroso del suelo, y por lo tanto afectaciones en la aireación del suelo y el movimiento de oxígeno.
- Reducción de la fotosíntesis y cambios en la conductancia de los estomas y el contenido de dióxido de carbono interno.
- Disminución en la materia seca de brotes y raíces.
Además, un cultivo con suelo compacto mostrará otros síntomas de estrés. Entre ellos, la marchitez, quemadura, color temprano en el otoño y/o muerte regresiva
Una mejor comprensión de esta relación contribuirá a potenciar la conservación del suelo y su uso sostenible. La arquitectura de los sistemas de raíces de las diferentes especies vegetales, afecta diferencialmente el desarrollo de la estructura del suelo, y por ende la productividad de los agroecosistemas.
¿Qué medidas podemos aplicar?
La tentación de iniciar la siembra sin las condiciones del suelo ideales ocurre casi todos los años. Sin embargo, debemos asegurarnos que no perjudiquemos el crecimiento y desarrollo de nuestros cultivos.
El uso de medidas proactivas suele ser la forma más eficaz de mitigar la compactación del suelo a largo plazo:
- Optar por maquinaria menos pesada, que reduzca el impacto por peso sobre los terrenos.
- Gestionar las cargas por eje y la presión de las llantas en tractores.
- Cambiarse a máquinas con sistemas de oruga ancha, como el caso de cosechadoras mecanizadas.
- Diagnosticar la existencia y profundidad de la compactación actual del terreno.
- Detectar síntomas de deficiencia de nutrientes y corregirlos, de ser posible.
- Considerar el uso de rotavatores o motocultores que promuevan una mejor oxigenación del terreno.
El recurso más importante para producir un cultivo saludable y rentable es su suelo. Por lo tanto es necesario un manejo consistente de la compactación.
Para conocer más de nuestras soluciones en preparación del terreno, acceda a nuestro catálogo en línea.
