Los espacios verdes intervienen directamente en la calidad ambiental del planeta, y en consecuencia, en su calidad de vida. La riqueza de flora y fauna con toda su biodiversidad puede reintroducirse en espacios antrópicos mediante la jardinería beneficiando así no solo a los seres humanos sino, además, a la vida animal, las plantas y su hábitat.
Es importante que tengamos en cuenta que con cambios pequeños en nuestra forma de realizarlo, no solo podemos conseguir disminuir la huella ecológica que dejamos sino también contribuir a mejorar el espacio en el que habitamos.
Los jardines sostenibles favorecen en gran medida la biodiversidad, reducen la contaminación atmosférica de las ciudades y, no menos importante, crea entornos más conscientes.
A continuación, vamos a resaltar 3 aportes importantes de la Jardinería hacia el medio ambiente:
1. La protección y recuperación de los ecosistemas y la biodiversidad:
Al proteger y preservar la flora y la fauna de los pueblos también se recuperan espacios degradados y se evita la proliferación de zonas duras.
2. La preservación y reutilización de recursos:
Se aprovecha el agua de lluvia y se evita la escorrentía lo que provoca la pérdida de suelo fértil. Además, enriqueciendo el suelo se reincorpora la materia orgánica de los restos vegetales mediante el compost.
3. La mejora ambiental del micro clima:
La vegetación interviene directamente en la temperatura del suelo, aumentando la superficie protegida de la radicacion directa se produce sombreado lo que evita el recalentamiento del suelo.
Y por último, la jardinería es clave en la mejora de la convivencia social. Esto, porque pone a dispocision de los ciudadanos espacios de relación, áreas de juego, prácticas de deporte aire puro.
